Kris Waldherr fue la responsable de crear este mazo, y otros de gran éxito, bajo el nombre de The lover’s Path Tarot. Pensado para, evidentemente, hacer tiradas y lecturas del amor.

Cada uno de sus arcanos está basado en una historia de amor de algún mito o leyenda. Así, los arcanos mayores tiene como protagonista a una pareja de amantes; Romeo y Julieta, Plutón y Perséfone o Isis y Osiris.

 

El simbolismo del tarot del amor

Artísticamente, el tarot del amor es una auténtica maravilla, tanto en forma como en detalle. Cada una de sus cartas representan diferentes épocas (clásica, medieval y renacentista). Todos los detalles están cuidados de una forma excepcional: la vestimenta de los personajes, el trasfondo y la trama argumental de las tragedias románticas que representan.

Pasión, sufrimiento, ternura, afecto… todas las emociones del amor se encuentran recogidas en sus cartas, hasta las emociones más oscuras como la ira y la violencia. Todo ello acompañado de unos escenarios y elementos que ayudan a definirlas, como unas verdes colinas, la lejanía de las ciudades o un mar de fondo.

 

Una historia de amor para cada palo del tarot

Cada uno de los palos del tarot, que se compone de un total de 10 cartas, narra una historia de amor. Así, por ejemplo, las copas cuentan la leyenda de amor celta de Tristán e Isolda, mientras que los bastos hacen referencia a la leyenda de Siegfried y Brunnhilde de la mitología nórdica.

Al hacer una tirada de amor, que nos ayude a entender las relaciones, el tarot del amor responde de forma única e irrefutable ante dichas cuestiones. Al mismo tiempo, se convierte en un espejo nítido que refleja la situación sentimental del consultante a través de los mitos. Podríamos decir que cada una de sus cartas es como un pequeño espejo del alma.