Oh bendito san Expedito, muy alabado y venerado en todo el mundo,
santo de los casos urgentes, de los que no pueden esperar,
son tantos los milagros que Dios ha obrado por tu mediación,
que sé que depositando mi confianza en tu intercesión
podré alcanzar la solución que busco en mi desolación;
te ruego con ardiente fervor uses tu poder en los Cielos
y me ayudes a conseguir el favor tan especial
que con humildad y esperanza solicito del Señor.
Mi San Expedito, siempre bueno y compasivo,
santo patrono de las causas justas y apremiantes,
tu que viviste siendo bondadoso con el prójimo
y a todos les prestaste tus servicios sin pedir nada a cambio,
intercede por mí ante Nuestro Señor Jesucristo.
Ruégale por mí y los míos, para que venga en nuestro socorro,
para que me saque con su bondad de tan dura situación
y me otorgue sus gracias y amparo sin tardanza
en esta hora que estoy lleno-a de aflicción y desesperanza.
Mi San Expedito, ¡a ti clamo!, tú que eres el Santo guerrero,
tú que eres el Santo de los afligidos, de los que tienen necesidades,
Tú que eres el Santo de los desesperados, de los que sufren,
tú que eres el Santo de las causas que nos son más acuciantes
y sin las que no podemos alcanzar la felicidad que ansiamos,
protégeme, ampárame, no me dejes, ven a mí y ayúdame,
otórgame fuerza, para no perder la esperanza,
empuje, para que sepa como actuar en las malas rachas,
coraje, para enfrentarme sin miedo a las adversidades,
y serenidad para que no pierda la calma en los apuros.
¡Por favor, atiende mis ruegos, concédeme lo que preciso!
con devoción te lo suplico, con todo mi ser te lo ruego,
haz que en breve llegue a mi vida lo que preciso:
(ahora, con recogimiento y confianza haz aquí tu petición).
Ya ves que estoy desesperado-a, que me encuentro agobiado-a,
dame una pronta solución para que pueda tener paz
y yo, desde hoy y con afecto te honraré con devoción
y no dejaré de llevar tu nombre a quien lo precise.
Poderoso san Expedito, por la fe que nunca perdiste,
por el amor que nos demuestras, por tu gran caridad,
lleva a mi Señor Jesús con celeridad mi gran necesidad
para que así yo pueda alcanzar el bienestar y tranquilidad,
yo te prometo ensalzar, allá por donde vaya,
tu gloria y tu bondad, tu caridad y poderío,
así como amar cada día más y mejor
a nuestro Creador y Redentor, Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.